Según cuenta la tradición, estando en labores diplomáticas en Roma don Luis Fernández de Córdova y Pacheco, alcaide de los Donceles, marqués de Comares y señor de Lucena, a principios de 1562, quedó embelesado por la belleza del icono venerado en la basílica de Santa María "in Ara Coeli”, la "Madonna di Aracoeli”, Copatrona de la ciudad de Roma. Tanto fue así que decidió encargar una imagen de la Virgen María bajo la advocación de Araceli, que significa Altar del Cielo.
Primer documento sobre la presencia de Nuestra Señora de Araceli en Lucena.
Acta municipal de 27 de abril de 1562 donde el Cabildo lucentino ordena "Que Fernando Santaella Mayordomo dé las Cajas de arambores adereÇados como convenga para el resevimiento de Araceli".
Aunque la primera noticia documental de la presencia de la imagen de María Santísima de Araceli en Lucena corresponde al día 27 de abril de 1562, en que se acuerda disponer los preparativos para recibir a Nuestra Señora; muy pronto, en 1563, ya se había constituido la cofradía según algunos historiadores, celebrando ésta en el Santuario la fiesta de Nuestra Señora en la jornada del primer domingo de mayo.
En la cumbre de la Sierra de Aras, a 863’92 m. de altitud, se alza airoso el Real Santuario de María Santísima de Araceli ofreciendo a los visitantes algunos de los más bellos paisajes andaluces. De ellos escribía así don Camilo José Cela: “El vagabundo, antes de entrar en Lucena, prefirió verla -en compañía de todo lo que desde allí se ve-, subido al santuario de Araceli, la atalaya de uno de los más bellos paisajes españoles. El vagabundo, desde su alto mirador, se sintió poderoso como nunca y también vagamente feliz. El andar por los caminos brinda, de vez en vez, gozos que no podrían comprarse con dinero”.
El 2 de mayo de 1948, su eminencia el cardenal Segura procedía a la Coronación Pontificia de María Santísima de Araceli, concedida en Roma el 7 de marzo de 1947 por SS el papa Pío XII, con
asistencia de los prelados de Granada, Dr. Santos Oliveira; de Cádiz, Dr. Gutiérrez; de Jaén, Dr. García de Castro; y de Córdoba, Dr. Fray Albino González, y representando al Jefe del Estado, el
Ministro de Agricultura, don Carlos Rein.
Fue la primera Coronación Canónica en la diócesis cordobesa.
Cartel del Año Jubilar Aracelitano de 1962. Obra del lucentino Manuel Luna.
Cartel anunciador del Año Jubilar Aracelitano.
Lienzo al óleo de Víctor Manjón-Cabeza.